Despertar en una almohada
con el estómago
temblándome al mundo
como si estuviera acá
a veinte cuadras
esperando
-algo-
además
el colectivo
mientras
yo
esa parte que es igual todos los días
encerrado acá
pensando
no más que en mí
en nuestros consumos
y el resto
conectado con un cable en el culo
masticando fábulas
creyendo estar en todos lados
tengo el hambre de otro
temblándome el estómago
comiendo la conciencia
y yo creo que somos uno y es mentira.
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