va la mañana
vomita la vereda
manchada de domingo
en-madrugada
dormida en el umbral de mármol aburrida
la calle abre sus piernas y traga la noche
la gente que recién transitaba
desaparece
yo miro
como quien llega tarde al chiste
y cómplice se enríe
como quien finge
y dice saber,
esperar
en el fondo me lamento
tan encerrados a cielo abierto
atados al tiempo libre
el alcohol nos riega el cuerpo
que trabaja en cambio
monedas más monedas
la gran máquina giratoria nos envuelve
cuánto sudor!
para vestirme con carcasas
tan sólo!
para acceder
el mercado me reduce a un dedo
y ya -accedido-
ni se toca
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