-yo lo invoco- a jugar las escondidas
a ese
y a tantos otros
juego
a pasear mi cuerpo en carretilla
contra todos los rincones de mi casa
este árbol de puertas cerradas
mi cuerpo
una copa alta al cielo
reconocible en su tronco
rugoso
áspero
seco
tan ético
a la vista impenetrable
a las emociones
no impermeable ácido y suicida
quien testarudo tartamudea ante un nombre
quién
en mi jardín los tallos
quiebran dedos rozan
a ojos cerrados
a ojos cerrados
un millón de alas
casi imperceptibles
se posan ávidas
de néctar
se posan ávidas
de néctar
con tu fantasma me visito
toda noche
el mundo me abre una puerta
inexistente
mi cuerpo muerto va dejando las migajas
para encontrarse
toma forma de voz
la alabanza -subo mi copa al suelo
me arroja el vino sobre el mármol
al empujarla salgo a flote en la hierba
al empujarla salgo a flote en la hierba
mi piel la acaricia paso a paso el tiempo
pide unos segundos para acomodarse
pide unos segundos para acomodarse
y volver
a su fingido equilibrio
a su fingido equilibrio
al cuerpo muerto
mi fantasma sonríe
cómplice y desaparece.
mi fantasma sonríe
cómplice y desaparece.
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