tuve
atrás a un tiempo
una cola de sirena
atorada en la garganta
no sé si alguien
notó la moderada dureza en el gesto
se siente
un ejército galopante que inunda la cara mil hachas filosas que quiebran mis labios la barrera contiene los peces que vuelan por dentro
-el dí que
nadie se atreva
a ahogar mi silencio
con palabras hechas
de mil buenas
-las otras-
raciones
nadie me atreva a notarlo
que mi escamado embrión de nena
no escuche
lo que pasa acá afuera.
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