escotó
hasta la médula
con los ojos
se preocupó
al final del camino-
¡cuántos
pedazos me habrán
quedado pegados
en
la mano de algunos!
y cuando quiso hablar
se escuchó una bocina eréctil
y alguien recordó la voz-
Este cuerpo tan tuyo es
y será de todos mevisto.
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