que mi cama
es una ostra marina,
¡que no salga de ella!
o iba a pasar
-lo que pasa-
cuando una mujer se desnuda
me deben haber pasado mil noches ya
tantas! que la tela está haciendo costra
y me pesa la espalda sosteniéndola
-ya no puedo ver desde mi escondite-
y a veces me dan ganas de
por el horizonte
de las sábanas
pero ¿si tienen razón?
si cuando una mujer se desnuda
se rompe mi casa de tela!
y ya la quietud no basta
y el silencio
¡tan seguro en esta planicie!
hasta sería peligroso
peor si tengo que dar cuenta
de esta cola de sirena
tan hipnótica
tan ágil
-tan pesada-
-no no-
puedo esperar
una una más
No hay comentarios:
Publicar un comentario