sábado, 29 de agosto de 2015

sin techo

no hay mujer que permanece
por la calle,
los ojos fijos.
quién sabe
que al mirar el hombre
trae consigo
-en sus ojos-
las estrellas
mirar fijo
con la delicadeza de saber
que quien cuando
mirar en esos ojos
de mujer verá en la mujer
el universo
es necesario
llevar en los ojos al cielo
ese techo que ha tomado años
necesario es
que se destruya
no hay mujer quien permanece
el humo eclipsa sus pulmones
se alimenta
va mujer muriendo
de una falta total de atención al mundo.
cárcel es todo mujer
y el cuerpo
quien permanece
no habita en cambio.
ese también. permanece
soldada uterina
lleva en su cuerpo
-gazebo, refugio, regurgito-
fiel insistente a las estrellas
ese germen de vida, intemperie.

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