lunes, 30 de noviembre de 2015

luna

una vez, niña
las manitos como huecos
podría caber el universo
y sin embargo

una madre mendiga
con sus manos mendigas
dieron un abrazo
del tamaño cóncavo de la mano
directo al cielo
allí debió entrar acurrucada
la expectativa
que como parásito encorvó por siempre
la mano niña-

el camino es firme
allí estaba cuando nos iremos
podemos ver las huellas ancestrales
testigos la caída

puede llevarnos la vida
y se la lleva

con ojos de luna
una es otros-misma

-pero quién se atreve
a quebrar la noche con un párpado
y andar a tientas
sin ancestros reescribirse.




sacerdote

tiempo
tiemblo habitado
por eso que no...


debajo de mí hay no.
detrás de mí hay, no.

mejor mirar de frente
con esta cara herrada por los años
aunque deje
costra por piel
aunque quede
rutina por vida

mejor que atreverse a... no.

debajo de lo sólido
el miedo hace su cucha
siento su lengua lamiéndome los pies
nos inunda
la baba llega al cuello
aún así...

es mejor no verlo a los ojos
es mejor, no.

por si acaso.
tiemblo.