jueves, 5 de mayo de 2016

encuentro

también anduve vivo, como otros, como muerto
caminé esas mismas calles
el miedo, el dolor o la duda.
me busqué en los mismos rostros,
me perdí en los mismos rostros.
mis sueños fueron cada vez más sencillos.
la memoria se fue complicando
habitó en mi corazón el olvido
habitó en mi olvido la ceguera
habitó en mi ceguera mi quehacer
y no soñé
y no dormí
y la música era igual a ninguna
y los árboles se interpusieron en mis pasos.
conocí, sólo, el dolor
andaba vivo, como muerto, como otro
hasta que.
                                                .... luz iridiscente de sí misma...
                     f  l u   í   a
                            
                                    i                q u  i e          t     
                                           n                                     
                                                                                                 la conciencia
un día
con la fuerza en que
un pétalo 
                                                   des  ga  rra      elaire
                                                                           haciendo flor

así
                                                           se abrió        en dos                                el personaje
 d e
          ján
               do
                    nos
                           c
                              a
                              e
                              e
                              r,                                                                                          - su historia.


y anduve vivo, como otros, como nadie
nunca estorbando el paso de los árboles
caminé  las mismas calles, el miedo, el amor, la duda
y me encontré en los rostros de otros
y me encontraron otros en su rostro
y fueron mis sueños cada vez más sencillos
y la memoria anduvo cada vez más complicada
y habitó en mi el olvido
y habitó en mi olvido la paz
y habitó en mi paz mi hacer
y soñé
y dormí
y fui música
y fui silencio

miércoles, 2 de diciembre de 2015

el loco

los ojos al futuro
perdidos miran

toda precisión pende de un pie
quien se balancea el centro del precipicio

la voluntad lo cabalga
atorbellinada estalla sobre el lienzo del cielo

los ojos del loco se concentran en el arco iris celeste
con sus dedos pinta
aquello que no ven otros

el pie tambalea imposible.

lo otros no entienden
avanzar es demasiado recto
hacia dónde

el cuerpo se enciende
en jauría interior se eleva
sólo él puede verlo
su mente baila alboritante nube a nube

los demás admiran al loco en distancia responsable.



lunes, 30 de noviembre de 2015

luna

una vez, niña
las manitos como huecos
podría caber el universo
y sin embargo

una madre mendiga
con sus manos mendigas
dieron un abrazo
del tamaño cóncavo de la mano
directo al cielo
allí debió entrar acurrucada
la expectativa
que como parásito encorvó por siempre
la mano niña-

el camino es firme
allí estaba cuando nos iremos
podemos ver las huellas ancestrales
testigos la caída

puede llevarnos la vida
y se la lleva

con ojos de luna
una es otros-misma

-pero quién se atreve
a quebrar la noche con un párpado
y andar a tientas
sin ancestros reescribirse.




sacerdote

tiempo
tiemblo habitado
por eso que no...


debajo de mí hay no.
detrás de mí hay, no.

mejor mirar de frente
con esta cara herrada por los años
aunque deje
costra por piel
aunque quede
rutina por vida

mejor que atreverse a... no.

debajo de lo sólido
el miedo hace su cucha
siento su lengua lamiéndome los pies
nos inunda
la baba llega al cuello
aún así...

es mejor no verlo a los ojos
es mejor, no.

por si acaso.
tiemblo.


sábado, 29 de agosto de 2015

sin techo

no hay mujer que permanece
por la calle,
los ojos fijos.
quién sabe
que al mirar el hombre
trae consigo
-en sus ojos-
las estrellas
mirar fijo
con la delicadeza de saber
que quien cuando
mirar en esos ojos
de mujer verá en la mujer
el universo
es necesario
llevar en los ojos al cielo
ese techo que ha tomado años
necesario es
que se destruya
no hay mujer quien permanece
el humo eclipsa sus pulmones
se alimenta
va mujer muriendo
de una falta total de atención al mundo.
cárcel es todo mujer
y el cuerpo
quien permanece
no habita en cambio.
ese también. permanece
soldada uterina
lleva en su cuerpo
-gazebo, refugio, regurgito-
fiel insistente a las estrellas
ese germen de vida, intemperie.

arrójala

defensa de clara

arrójala. déjala. apártala. sácala del camino, destrúyela, hazla a un lado. todo ese pensamiento, profunda noche que has venido atravesando con los pies soportando malezas, con los ojos puestos en la luna. esa peregrinación en nombre del pensamiento en la que has puesto todo,  este tu esfuerzo, todo ese empeño. no te pertenecen. todo tu trabajo. no es más que material. no eres tampoco su producto, así lo verán, si sigues, los otros. tu nombre se convertirá en su imagen, tu imagen será su corolario. bonita obra mi juan! el corazón de los hombres aplaudirá al cerrar las páginas, aún sin entenderte.  pero tu cuerpo, este que me traes en tímida ofrenda, ése se irá sin ella. y su cuerpo de papel, despiadado, indiferente no podrá ni recordarte. tampoco ella te habrá conocido.
si vas a amarte, conmigo, déjala, arrója, destrúyela. esa palabra no es más que material.  deja que nuestros cuerpos sean los que hablen. la tierra, el sol, el desierto podrán vernos. la humanidad no sirve de testigo, todo su cuerpo se irá también cuando nosotros.
  no pienso prometerte nada a cambio. ni esta literatura viviente que nos sucede.  esa aliméntala si quieres,  extiéndela si puedes, o también déjala, apártala, destrúyela. yo haré lo mismo por mí, el desierto será mi testigo. los hombres morirán tras generaciones sin entender nuestro sacrificio. por favot, traiciona a esos adoradores del pensamiento que pretenden graduarse de nuestro alimento diario. no lo permitas. hoy no lo permitas por generaciones. se verán a sí mismos en tus papeles. dirán una cosa por otra, y lo único que podrán hacer es explicarte. jamás entenderte.  pues piensan sólo con la mente, perfectamente con la mente.
lo harán con justeza crítica y perfección académica, son grandes tentaciones, incluso para ti. imagínate. esa mano poderosa con la que escribes luego de tiempo te hará un hombre con una mano prodigiosa. tus dedos desarrollarán el cuerpo de tu pensamiento al instante. tu pensamiento se extenderá en una campanada tras las naciones alimentando a muchos hombres. y tu llevarás en la vida esa monstruosa carga que sólo te servirá para escribir. cuando necesite de tus manos prontas al trabajo tendrás una sola ya inútil, escribiente. pronto crecerá tanto que tapará todo tu cuerpo y no podré vernos de nuevo a esos ojos salvajes que hoy son mi alimento.
 yo te necesito danzante, intrépido, sin cerrazones. seremos inmutables, sólo el cactus que mira el sol entenderá nuestro deseo. extiéndelo, prolóngalo, sosténlo, hasta el día en que me mueras y ya no podremos vernos ni a los ojos.
mientras tanto aleja todo pensamiento. incluso esos los mejores que tú tienes, gran pensador del desierto, hoy tu palabra en llamas alimenta el llano. déjala también ir a esa, traicionera,  y serás más grande para ti y ya no para los otros.
dirán una cosa por otra y yo me ganaré mi propia hoguera por prenderte aquí conmigo en esta nuestra literatura sin rastros.  y después, si quieres, también arrójanos, enciéndenos, destrúyenos.

domingo, 28 de septiembre de 2014

Mi társilo

Estábamos otra vez en el bar y yo me acordaba de cuando sin explicación me dijiste que vos no querías tener hijos. Ahora estábamos en Heminghway, como la última vez que nos vimos, pero al revés, yo tenía la ventana a mis espaldas y entonces te veía a vos y atrás estaba todo el bar, al que se superponían otros bares, uno pegado y encima del otro, o sea,  un montón de mesas que se iban superponiendo si las pensaba pero al verlas eran una superficie plana interminable de mesas vacías, siempre vacías porque no podía haber conocidos.
Vos me hablabas de tu trabajo con las manitos pegadas, revoleabas los ojos, mirabas acá, allá y yo como siempre me aguantaba las ganas de decirte que en realidad me clavaría un whiscola en vez de café para soportar la presión de tener que verte y escucharte dos horas hablando boludeces para volverme a casa sin que pase nada y que si yo fuera la dueña del bar pondría un cartel que dijera “prohibido decir boludeces sin que pase nada”. En eso cae una mina que todos sabían que era tu primera novia, la de allá, la otra zona sur, que nunca entendí porque si vos eras de Bernal y yo de Lomas no nos encontrábamos en un punto medio y me hacías ir hasta la concha del pato a caballito para tomar un café y volver a casa. Era tu ex pero en realidad tenía el cuerpo de la Diana, así, blanca y en bolas con el dedo alzado  señalándote. Y yo no sabía porqué todavía, pero ese dedo seguro era para vos. Y detrás un coro de ninfas que eran esas de las que me hablabas por celular, una con la que ibas a comer sushi y yo te deseaba que lo vomites, otra que era la que me decías que era tu ex pero yo estaba segura que era tu actual, la mujer a la que le repetías todas las noches antes de irte a dormir que no querías tener hijos y ella se imaginaba todas sus noches con panza de embarazada, la casada con pelos que jamás se depilarían riéndose con un vino en la mano, la estudiante que tenía un libro de apuntes a cualquier hora y en cualquier bar y se ponía roja si le preguntabas qué estaba leyendo y, detrás de todo el coro de ninfas puteantes, había un cuerpo de hombre que desentonaba. Diana lo decía bien clarito, “es tu hijo”. La figura no tardaba en hacerse, era tu cara cuando pienso que pareces un viejito, pero en el cuerpo de un adolescente completamente desproporcionado, que a tu altura histriónica de metro noventa le sacaba una cabeza. Vos lo mirabas descreído y emocionado. El ímpetu creador se trastocó en una alegría de macho cabrío y arbitrario. Empezabas a dar saltos corcoveando, la espalda se te iba para arriba y la cabeza se ponía cuadrada. Te achicaste, te salieron cuernos y la piel blanquísima se te llenó de pelos negros. Corrió el toro simiente por la pradera de mesas de Heminghway corcoveando detrás de toda mujer que se le cruzara y elevaba al cielo sus cuernos electrificados y cuando quería, las embebecía, a todas, menos a las ninfas que lo corrían tratándolo de alcanzar con los dedos señalantes.
Mientras tanto el adolescente de ojos libidinosos no paraba de crecer. Las piernas y las manos se le agrandaban más que resto del cuerpo. Parecía un hombre de una plastilina esponjosa que no dejaba de hincharse Mientras pensaba que el társilo enorme ya no iba a entrar más en el bar y  que tenía que hacer presión sobre los piesotes  del tamaño de mi cuerpo para que no rompiera el ventanal que estaba detrás, llamaba al mozo y pedía:
-un café para el señor (lo miraba y le sonreía como diciéndole –yo te digo señor, pendejo inexplicable, porque soy muy educada) y un whiscola para mí” y pagaba los dos al acto, como me gusta pagarle a los hombres de los que me aprovecho.
Antes de eso, ya había sacado mi libreta porque alguien tenía que empezar a vivir ficción mientras los críticos se la daban.




jueves, 28 de agosto de 2014

lector

es que sabemos que no tiene ningún valor
más que extender esta nuestra no muerte que nos agita

lunes, 25 de agosto de 2014

Nogal

entre vos
y yo -no hay metáfora

ese cuerpo que cae de tu patio
cuerpo de nogal es carne de nogal
y no permanece!

quieto inviolado extendido
de ramas al arco azul oeste
paralelo de mi cuerpo que se abre en dos flores de cerezo
en ritmo a tu visita perenne
son los pies debajo de la tierra
que planta sobre planta se entrecruzan
en copas cargadas subterráneas
-disparos estridentes en nuestra boca
no hay espacio para sueños

y si un gato lleno de azar nos despierta es hora que me vayas
así no se detiene

esta nuestra máquina de generar ausencia


domingo, 24 de agosto de 2014

línea materna

no me llega
no es que, de querer se entienda
es ir presionando el piso a patadas
los ojos arriba abajo vuelcan
el pie infante se les entra desparidos
no hay huida, no sea cosa que
el suelo se me vengue encima
se salga el estómago a la boca

detendré- de ser pie infante
los flujos perderán sus acciones
todo vómito , ansiedad es decir el ogro
el momento de  maternizarse
de envolver en un papel todas las meadas sueltas
de escuchar unos pasitos firmes sobre la nada
de mirar la suavidad inesperada del hombre
a testa.

todo vómito ansiedad es decir mi madre,
ese poder de desrregularnos las enzimas
y la tuya y la tuya y la tuya

detendré la línea infante,
pero no el ogro.

la barca blanca ósea seguirá mirando de mí misma, estridente
su eco alcanzará todas mis vidas
amurgará en estas mis miedos hipoteticados
romperá el llanto mitocondrial
pero no ella






miércoles, 6 de agosto de 2014

habencias

yo
cuerpo pasajero
pendiente abrupto de sí mismo
peso que corroe el tiempo que corre
cuenta
hasta las que palabras pronuncia

con el viejo esfuerzo recostado en la espalda, habrá quién, además

habrá quien no tenga tiempo para hacerse de tiempo
habrá quien no

habrá quien jamás llegue

habrá quien además no tenga
para hacerse de cuerpo
quien no tenga, además,  techo
y busque las llaves de sus zapatos para pasar la noche sobre estos

y habrá quien no los tenga
quien camine a sueldo de manos mendigas
y quien ni eso
sobre todo ni eso
sin saber a dónde llegan los meses
si es que llegan

habrá a quien no le sonrían
ni la vida, ni los tiempos, ni las calles
más,
habrá quien no sonría
quien no tenga voz para decir
dame

habrá quien no pueda gritar en la cara
de el dedo que le hunde
en los ojos la caridad

habrá quien no pueda escribirse
no pueda pronunciarse
ni gritar con injusticia atorada en la garganta
el hambre atragantado en el esófago
 la muerte caminándole las piernas

a todos los llevo acá en esta espalda
que se sostiene en ellos
y en el gancho que me hace arrastrar
 la boca enredándome las piernas

lunes, 12 de mayo de 2014

habencias

yo
cuerpo pasajero
pendiente abrupto de sí mismo
peso que el tiempo corre
cuenta
hasta las palabras que pronuncia

con el viejo esfuerzo recostado en la espalda
habrá quién

además

habrá quien no tenga tiempo para hacerse de cuerpo
habrá quien no

habrá quien jamás llegue
habrá quien además no tenga cuerpo
quien no tenga techo
y busque las llaves de sus zapatos para pasar la noche sobre esos
habrá quien no los tenga
habrá quien camine a sueldo
quien ni eso
sobre todo ni eso
sin saber a dónde llegan los meses

habrá a quien no le sonrían
ni la vida, ni los tiempos, ni las calles
más,
habrá quien no sonría
quien no tenga voz para decir
dame
o
habrá quien no pueda gritar en la cara de
el dedo que le hunde los ojos clavados en la caridad

habrá quien no pueda escribirse
no pueda ni pronunciarse
ni gritar con la injusticia clavada en la garganta
y el hambre atragantándose en el esófago
con la muerte caminándole las piernas

a todos ellos los llevo acá en la espalda
en el gancho que me hace arrastrar
las comisuras enredándome las piernas



domingo, 11 de mayo de 2014

sintaxis permanente 1

cómo se llama
al sinónimo invertido?

al pobre que que generan los ricos
al muerto que acobija el hospital
al sueldo que mantiene las deudas

cómo llamar al crecimiento desparejo?
a la soledad entre todos
a la sociedad que desampara?

cómo nombrar la vida que se vive al precio de la vida
cómo nombrar el mundo que no ocurre en la pantalla

el arma que gatilla sin ser fotografiada
el preso que muere por presa
el hambre

y a un nene  que hablar
a ún
pide


...

punto  suspendido

martes, 29 de abril de 2014

hipocondrías

glóbulos blancos!
  glóbulos rojos!
     glóbulos glóbulos!


la nena que ayer saltaba a la soga
hoy hipoteca sus vértebras

pan queso pan queso endemias andamios

los hombres se dividen
                                estómagos vacíos
                                         panzas hipocondríacas


y se revuelca la úlcera forzosa del desempleo

la diferencia se acorazona como cálculos
en los riñones del que pobrea

acá en el pecho de todos
hace metástasis un nene
que muere todos los días de mendigo

despedida de soltera

las chicas sueñan con casarse

yo con morirme de punta en blanco

puede ser por tanto altar o por exceso de iglesia
o me da igual, por parto civil
en una fiesta a disfraces en cualquier hospital

soy sencilla
me pueden tirar arroces
atravesando la lluvia de sirenas de los vivos

con cara de situación
ante las obediencias incumplidas
grabarán con sus dedos los fotógrafos:

¡tantos años de hija le quedaban!
¡todos de madre!
¡tanto todo dejó a medias!

el álbum atenderá la excentricidad de mi muerta

tendrá las piernas bien frescas
para bailar conmigo el vals.

que nuestra madre derrame todas sus expectativas
y que mi amiga empiece a ocupar mejor sus tardes solteras


sólo en una cosa seremos diferentes

nuestro esqueleto no va a tener que sostener
una vida feliz sin saber cómo.






..

¡llévenselas!
todas
acá no entran

en mi velatorio no quiero estas flores
pónganselas sobre las sienes
llévenlas a casa
no las quiero
mejor que me recuerden así
 ¡tan muerta!
sin coronas ni ropa ni gestos
no hay objeto
mi voz sin dientes ya no dirá
con la lengua difamándose gusanos
recuérdenme así, ¡tan muerta!
desposen esas flores a sus pechos


lunarios iii

me invito a acaballarnos
en difuntas sábanas
saludarnos los dientes
apilar tanta piel, desordenada

me invito a enredar una excusa
una coincidencia, un sí-ganas

que las filosofías se encarguen
de explicarlo todo
al otro día
una vez tendidos de cara al lo que fue
sin haber sido de otra forma

me invito a juntarte los lunares
para cuando te falle lo cotidiano
y tu cuerpo sea tan solo un dónde

te invito a simular dos





lunario ii


para hacer al hombre 
me tomaré 
de mi costilla
la única risa

lo vestiré de tus odios
lo peinaré con los restos de tu espina

por ojos llevará tus labios
tan ágiles como una cordillera extinta, volcada, inmóvil

su progenie de monstruos afectos encimará al mundo con mis dientes, 
siempre expuestos
recordando 
esta alma ósea

mi leyenda anunciará su fugacidad genética
habrá pasado hoy futuro

aún te voy 
estaré debiendo tus lunares






lunario

habremos sido
                                                                                                                           un brazo
                                                                                                                    archipielando
                                                                                                               nuestros cuerpos
dos desconocidos

                                                               que decidieron
                                                                                         

                                                                    contarse